Espagiria Básica
Espagiria Básica
(Capítulo 2 del libro El Sendero de la Alquimia)
Por Mark Stavish
las tres esencias: azufre, sal y mercurio
La Alquimia ve a la Naturaleza como poderosa, inteligente y creativa - pero moviéndose con lentitud en su evolución de auto consciencia. Por una cuidadosa observación e imitación de los métodos de la Naturaleza, el alquimista es capaz de acelerar el proceso de evolución interna y externa, a través de los tres reinos, el mineral, el vegetal y el animal sin violar ninguna de las leyes de la Naturaleza. Por ejemplo, dejada a sí misma, la Naturaleza puede tardar varios millones de años en convertir la materia vegetal en tierra, brea, carbón y finalmente diamante. Mientras que esto es aceptable para la Naturaleza, cuyo lapso de vida es eterno, para un ser humano con una cantidad limitada de tiempo sobre la tierra, tal proceso de espera es poco práctico, y el hombre debe obtener métodos más rápidos si desea un diamante por ciertas prácticas alquímicas o cabalísticas. Incluso si no es un diamante lo que necesitamos, sino que una tintura para propósitos curativos, no esperaremos que un árbol caiga y se le haga un agujero con la forma natural de un cáliz y después esperaremos que la lluvia y el viento empujen las plantas correctas a su interior, creando una medicina natural que nosotros, entonces tras deambular por el bosque encontremos. En cambio, nosotros elegimos nuestras hierbas, las remojamos, las colamos, y bebemos nuestro té cuando esté hecho. El proceso es el mismo, sólo que más rápido y más eficiente.
Para el alquimista aspirante, la mayoría del trabajo tomará lugar en el reino de las plantas, ya que las plantas trabajadas no son tóxicas, las temperaturas usadas son lentas, y el trabajo lleva los mismos riesgos técnicos que hacer la cena en un fogón. Si puedes hervir agua, puedes hacer alquimia con plantas.
En alquimia, todo está compuesto de tres partes: azufre (alma o esencia individualizada), mercurio (fuerza de vida), y sal (cuerpo físico). Es el trabajo del alquimista separar y recombinar estos tres principios básicos tan a menudo como sea necesario hasta que estén en perfecta proporción y armonía los unos con los otros.
Cuando esta armonía es lograda, la creación de una "Piedra", u objeto físico usado en la transformación física y espiritual del alquimista, resultará. Recuerde, la planta contiene todo lo que necesita para evolucionar, aunque el proceso, si es dejado a la naturaleza, será lento. Los alquimistas tienen un limitado lapso de vida comparado a las substancias con las que trabajan; ellos buscan acelerar el proceso de evolución en las plantas y minerales que utilizan y, haciéndolo así, aceleran su propia evolución también. Este reconocimiento de la mortalidad física, combinado con la cantidad de tiempo necesario para lograr la Gran Obra, tal y como es llamada, condujo a muchos alquimistas a buscar el Elixir de Vida, pues al extender sus vidas, podrían completar la tarea que se habían asignados a sí mismos.
Cuando se está trabajando con las plantas, el cuerpo físico de la planta en sí mismo es la sal, sus aceites esenciales son el azufre y el alcohol (y ocasionalmente el agua) es el mercurio. Así, el aspirante a alquimista busca separar estas tres partes y recombinarlas, dando ascendencia a la palabra usada por Paracelso, espagiria. Espagiria es el término griego para "separar y recombinar" y le es dado al trabajo con las plantas, o la Circulación Menor. La Circulación Mayor consiste en trabajos metálicos y minerales; su proceso sigue los mismos principios al del trabajo con las plantas, y es abordado solamente después de que un cierto grado de maestría con las plantas se ha obtenido.
las tres esencias y los elementos
Los estudiantes familiarizados con el concepto de los elementos, o el de las fuerzas fundamentales de las que emerge la creación, encontrarán que los conceptos representados por el azufre, el mercurio y la sal les son ya conocidos, sólo que bajo un nombre diferente. En alquimia, justo como en Wicca, en Neopaganismo, o Cábala, nosotros usamos los cuatro elementos para explicar las relaciones entre la energía y la materia. Estos cuatro elementos son el fundamento para todas las experiencias, expresiones de la consciencia y manifestaciones materiales. Existen sobre varios niveles, dando expresiones personales e impersonales de su naturaleza. La alquimia nos ayuda a identificar estos niveles y, haciéndolo así, lograr nuestras metas.
Fuego - En términos impersonales, el fuego es energía pura. Imagínelo como una intensa sensación radiante de calor que todo lo penetra y transforma. En términos personales, imagine el fuego como nuestra semilla espiritual, nuestro ímpetu hacia la realización del ser.
Aire - En términos impersonales, imagine al aire como todas las cosas gaseosas, expansivas y cohesivas. El aire es la Mente Cósmica en acción, y las leyes que el alquimista aprende para poder manipular los elementos internos y externos en orden a crear la Piedra de los Filósofos. En términos personales, imagine al aire como el marco de trabajo teórico de ideas e imágenes, que hace accesible la transformadora aunque aparentemente caótica y peligrosa energía del fuego.
Agua - En términos impersonales, imagine el agua como todas las cosas líquidas. La energía es transferida en un estado líquido, sea agua, lluvia, sangre, hormonas o fluidos sexuales. El agua es el medio práctico de expresión de la energía del fuego después de que ha sido transferida por el aire, justo como el agua asciende y desciende a través de la evaporación. En términos personales, imagine el agua elemental como sus fluidos corporales personales, y también como las emociones que dan fuerza y energía a las ideas, haciéndolas materialmente manifiestas.
Tierra - En términos impersonales, imagine la tierra elemental como toda la materia sólida, incluso la materia subatómica, y los elementos. La tierra es la estructura etérica o red invisible de energía de la que emerge la forma física, así como la forma real en sí misma. En términos personales, imagine la tierra como todas las cosas materiales y sólidas, su cuerpo físico, su cuerpo etérico y todas las cosas en su vida.
Sin embargo, los elementos no existen en un vacío. Ellos están unidos en su fuente común, o Espíritu, simbolizado por una rueda con ocho radios. Este Espíritu es una forma primordial de energía-consciencia que es utilizada en rituales mágicos, así como en alquimia. El Espíritu se expresa a sí mismo en dos formas: una activa, la otra pasiva. Las energías activas del Espíritu dan surgimiento a los así llamados elementos "activos" fuego y aire, mientras que de los aspectos pasivos del Espíritu, emergen los elementos "pasivos" agua y tierra. El fuego y el aire son llamados activos porque son altamente móviles, impredecibles y erráticos a la vez. El agua y la tierra son llamadas pasivas porque están dominadas por otras fuerzas y se mueven sólo cuando se actúa sobre ellas.
Estas mismas ideas básicas existen en la alquimia y demuestran la unidad fundamental de la Naturaleza que subyace a todo trabajo alquímico y mágico. Conforme a la cosmología alquímica, toda la creación surge de una fuente fundamental de energía y consciencia conocida como Caos. Este vasto inmanifestado, vacío de cualquier forma, hace surgir a las dos primarias formas de expresión: una activa, o energía, y la otra pasiva, o materia. Éstas se corresponden idénticamente a las ideas de energía activa y pasiva del Espíritu ya descritas, las cuales son usadas en los rituales de la Cábala moderna. Estas dos formas de energía fundamental, activa y pasiva, después hacen emerger a subdivisiones dentro de ellas mismas, dando forma a los cuatro elementos tal y como los conocemos. Estos elementos entonces se recombinan para crear las tres esencias de la alquimia. El fuego y el aire se combinan para formar la auto-elevada consciencia del azufre; la tierra y el agua se combinan para formar el mundo material y su matriz etérica, o sal; y el aire y el agua se combinan para formar el mercurio, el medium que permite a la energía y la materia comunicarse la una con la otra. Finalmente, es a través de la manipulación de estas tres esencias por el alquimista, separándolas de regreso a sus partes principales y reensamblándolas, que puede acometer el trabajo alquímico y lograr la Piedra de los Filósofos.
"Solve et coagula", significa "separa y recombina", es un término que oirá repetidamente en el trabajo alquímico, y es la llave para todo trabajo oculto. Los alquimistas están constantemente separando y recombinando las varias esencias y elementos de las plantas, minerales y más importante todavía, de ellos mismos, para comprender las leyes ocultas de la Naturaleza y cómo funcionan. Los estudiantes de Tarot ven estas palabras adornando los brazos del Diablo en las barajas de Wirth y Waite, así como en otras barajas de Tarot derivadas del simbolismo cabalístico y alquímico.
Sería buena idea escribir este motto sobre una tarjeta y colocarla donde pueda verla fácilmente, mientras usted esté haciendo su trabajo alquímico. Así como los músculos del cuerpo humano se hacen más fuertes a través del proceso de romper y construir, así lo hacen los poderes de los productos alquímicos que se hacen más potentes a través de un ciclo idéntico de actividad. Este proceso es tan fundamental para la alquimia, y para los experimentos con plantas bosquejados aquí en particular, que usted debería dedicar una considerable cantidad de tiempo meditando sobre las ideas presentadas aquí.
Mientras que podemos ganar mucho del estudio teórico de la espagiria, solamente en la ejecución real de experimentos obtendremos algún grado significativo de entendimiento y desarrollo. Por esta razón, los siguientes experimentos permitirán a los alquimistas probárselo a sí mismos, sin una gran inversión en equipamiento de laboratorio durante su periodo de prueba. Los métodos dados y el tiempo para completarlos refleja este simple acercamiento de baja tecnología. Sin embargo, con la apropiada cristalería y fuente de calor, puedes reducir dramáticamente el tiempo reducido.
Experimentos para el estudiante principiante del arte
La producción de una tintura vegetal o espagírica, es la primera y más fácil de todas las operaciones. No requiere ningún equipamiento especial y puede ser hecha por cualquiera en cualquier lugar, necesitando solamente paciencia y perseverancia como sus herramientas principales. Aquí hay un ejemplo de una tintura hecha de melisa (Melissa officcinalis), aunque cualquier planta puede ser usada. Usted debe investigar la toxicidad de la planta antes de trabajar con ella, o ingerir cualquier planta, hierba, o parte de la misma. Mientras que a menudo la planta entera puede ser consumida, en algunos casos hay plantas cuyas hojas y semillas son seguras, pero sus raíces son tóxicas. Incluso aunque las hierbas más comúnmente usadas no son tóxicas, siempre compruébelo antes para estar seguro de que la planta con la que está trabajando es segura de ingerir, y que no tendrá ninguna reacción alérgica por trabajar con ella.
Para cada operación, necesitará una onza (28,35 gramos) de hierba seca. A menos que sea declarado en otra parte, la masa de hierba consistirá mayoritariamente de hojas, algunos tallos y ocasionalmente raíces de la planta. Si usted no está seguro sobre el contenido, pregunte en la herboristería en la que la está comprando, o cultívela usted mismo y elíjala después. Cultivando sus propias hierbas, sabrá positivamente la identidad de la planta. Mientras que muy poca gente muere cada año por la mala identificación de plantas, mientras están en la naturaleza (eligiendo plantas silvestres), no le hace ningún bien a nadie el arriesgarse a ser uno de la docena más o menos, de los que cometen un error fatal. Para estar seguro: cómprela seca o plántela usted mismo de una semilla o semillero bien identificados, comprados a un suministrador de confianza.
Si las hierbas secas no están disponibles, las plantas frescas puede ser sustitutos. Los alquimistas tienen preferencias personales sobre cuándo y dónde usar plantas frescas versus plantas secas. La experiencia le ayudará a clasificar esto más tarde. Para este experimento, cualquiera le bastará.
En adición, usted necesitará de 4 a 8 onzas de alcohol puro de grano. En algunos estados, la compra de alcohol puro de grano es ilegal, y en otros, un alcohol muy fuerte de 95% de pureza, está disponible. El más común de 90% es suficiente y a menudo es usado en el trabajo con plantas por los principiantes. Si ninguno de estos está disponible, puede substituirlo por vodka o alcohol destilado de vino tinto o un fuerte brandy. (Nota: El alcohol destilado de vino puede ser ilegal en algunos estados. Téngalo en cuenta si piensa que esto puede ser un problema).
Usted necesitará una jarra de amplia boca, tal y como las usadas para las conservas, así como su tapadera, rollo de plástico para comida, papel de aluminio, y un filtro de plástico de malla fina, o filtros de café y un embudo. Un mortero y su almirez son opcionales pero deseables. Un molinillo de café también será útil.
Lista de Control
· 1 onza de hierba seca o fresca.
· De 4 a 8 onzas de alcohol de 90% a 95% (pueden ser sustituidos por vodka, vino o brandy destilado si no lo hay disponible).
· Jarra para conservas de boca amplia, y su tapadera.
· Rollo de plástico para comida, para sellar la tapadera.
· Papel de aluminio para completar el envoltorio.
· Filtro de plástico de malla fina, o filtros de café y embudo.
· Mortero y almirez y/o molinillo de café limpio.
Plantas sugeridas y sus planetas gobernantes
· Las plantas que debería tener son cola de caballo (Saturno), melisa (Júpiter), albahaca (Marte), eufrasia (Sol), alquimilla o pie de león (Venus), hinojo (Mercurio) y berro de agua (Luna). Una planta adicional para tener es la drosera rotundifolia, especialmente para viajar, ya que se dice de la misma que contiene los poderes de los siete planetas y por lo tanto reduce el número de tinturas que necesitará llevar con usted.
Día |
Planeta |
Poder |
Órgano Físico
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Símbolo
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Hierba
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Nombre Oficial
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Sábado |
Saturno |
Estabilidad |
Bazo |
W |
Cola de Caballo
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Equisetum arvense
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Domingo |
Sol |
Auto-Consciencia
|
Corazón |
Q |
Eufrasia
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Euphrasia officinalis
|
Lunes |
Luna |
Desarrollo Psíquico
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Cerebro o Tronco Cerebral
|
R |
Berro
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Nasturtium officinale
|
Martes |
Marte |
Energía
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Vesícula Biliar
|
U |
Albahaca
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Ocimum basilicum
|
Miércoles |
Mercurio |
Iniciación y Comunica-ción
|
Garganta/ Tiroides
|
S |
Hinojo
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Foeniculum vurgare
|
Jueves |
Júpiter |
Asimilación |
Pulmones o Estómago
|
V |
Melisa
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Melissa officinalis
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Viernes |
Venus |
Armonía |
Riñones |
n |
Pie de León
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Alchemilla vulgaris
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Tintura espagírica básica
1. Lea todas las instrucciones que siguen varias veces, y familiarícese con cada paso que necesite emprender. Recuerde: ¡La seguridad es lo primero cuando quiera que esté trabajando, con experimentos o productos espagíricos o alquímicos!
2. Comience la operación en la hora planetaria del planeta que gobierna la hierba. Aunque las horas planetarias se suceden varias veces en un día para cada planeta, la primera, y a menudo más fácil de usar, comienza dentro de los pocos minutos después de salir el sol en el día en que gobierna el planeta. Ya que la Melissa está gobernada por Júpiter, y Júpiter gobierna el Jueves, la primera hora planetaria de Júpiter habrá de ocurrir inmediatamente después de salir el sol el Jueves.
3. Empiece con una oración a Dios para que los misterios le puedan ser revelados y que su lugar en el universo sea restaurado. Dedique unos pocos minutos en ello, y no se precipite. Esto prepara su intelecto al completo para acometer esta práctica y es la intención, o acto de voluntad, que lo ponga todo en movimiento. Es esta oración inicial la que separa sus experimentos de la "química vulgar", haciéndolos algo espiritual.
4. Tome la hierba y comience moliéndola a mano en pequeñas cantidades en el mortero con el almirez. Haga con ella un polvo tan fino como le sea posible, centrándose en la idea de que está liberando el poder divino de la hierba, así como el que está dentro de usted a través del trabajo. Si no tiene bastante tiempo para moler toda la hierba a mano, o tiene una parte que es demasiado dura, tal como las semillas o raíces, entonces muélala parcialmente con el molinillo de café. Es importante que dedique tiempo con la hierba y la mantenga en contacto físico con usted, para que pueda recibir el contacto benéfico con su campo de energía o aura. Si usted debe molerla totalmente a máquina, entonces colóquela en el mortero después y muélala de nuevo con el almirez, centrándose en desarrollar la relación energética entre usted, la hierba, el planeta que la gobierna, y las contrapartidas del planeta en su psique y cuerpo.
5. Cuando el polvo esté terminado, colóquelo en la jarra y derrame el alcohol de grano sobre la hierba hasta que esté saturada con el líquido; entonces añada una cantidad adicional de la misma cantidad a la que está en el contenedor (de dos a cuatro "dedos"). La jarra no debería estar más llena de la mitad o de dos terceras partes de la misma con el líquido, ya que el espacio vacío será necesario para la expansión de los contenidos calientes durante el proceso de maceración. El líquido del interior se evaporará mientras se calienta, y entonces se condensará, pues no será capaz de escapar. Esto provocará que el líquido se haga más oscuro con cada día que pase. Esta coloración, o tintura, es la extracción del azufre (el alma propiamente) de la sal (la materia física de la planta) por el mercurio (el alcohol que hace de medium).
6. Cubra la boca de la jarra con el rollo plástico antes de sellarlo ajustadamente con la tapa, para que ningún líquido ni su vapor toquen ningún metal.
7. Envuelva la jarra en papel de aluminio para prevenir la exposición a la luz, y colóquela en algún lugar cálido.
8. Agítela vigorosamente una o dos veces al día. Continúe este proceso entre siete y catorce días, hasta que el color de la tintura sea oscuro. Sin embargo, no sería infrecuente permitir que la tintura se asiente durante cuarenta días, un "mes alquímico."
Eso es todo: siete pasos y habrá comenzado el proceso de hacer una tintura espagírica básica, que le será útil física y espiritualmente. Pero recuerde, esta es su "hija filosófica" y debe ser tratada con amor y respeto. Cada vez que la manipule, para inspección, para agitarla, o en cualquier forma, recuerde que es una representación física de su alma-personalidad. No la trate diferentemente a cómo trataría a un pequeño animal, un hijo, o un invitado. Así como separa el azufre del tenebroso lodo de la materia herbal, está usted separando su alma de las restricciones de la vida física y de la encarnación. Justo como el alma de la planta es lo que la distingue de otras plantas, así su alma, su consciencia, y su impulso interno para realizar su ser es lo que le separa a usted de los otros seres humanos.
De esta manera, es el ama del alquimista la que impacta y cambia el alma de la planta en la tintura. Es la actitud del operador más que el proceso en sí mismo, lo que hace a la alquimia divina. Esta actitud es transferida literalmente a la materia sobre la que actuar, justo como si fuera un paciente recibiendo curación magnética o espiritual. Cuando el producto final está entonces consumado, nosotros estaremos tomando dentro de nosotros mismos un auténtico talismán consumible - como lo que es sugerido por la Misa Cristiana - a través del cual nuestro cuerpo (sal) y sangre (mercurio) son regenerados, para recibir el poder espiritual de la planta (azufre). Cada vez que repitamos el proceso de "solve et coagula", seremos regenerados en diminuto grado y llevados más cerca de la perfección.
Qué hacer cuando la Tintura está Completa
Después de que el color del líquido esté suficientemente oscuro, viértalo dentro de una jarra limpia que pueda ser sellada. Sea cuidadoso colando o filtrando la tintura a través de una malla fina de plástico, o de un colador o filtro de café colocado dentro de un embudo. Para maximizar sus esfuerzos, presione el líquido restante en la planta para que caiga a través del filtro en el embudo. El filtro retendrá cualquier materia o partícula de la planta que pueda ser forzada a través del estrujado y evitará que se mezcle con la tintura. Examinando de cerca y bajo la luz, usted verá que algunas pequeñas cantidades de finas partículas como de arenilla, discurrirán a través de la tintura, pero por ahora podemos ignorarlas más bien que reemplazar nuestros filtros comerciales para café con filtros de papel granulado para laboratorio. En este momento, nuestra preocupación es separar el líquido de la materia sólida lo mejor que podamos. Con el propósito de comenzar y obtener resultados que nos animen a seguir hacia áreas más complejas del trabajo alquímico, esto será suficiente.
Esta tintura contiene ahora el azufre (aceites esenciales, ceras, y grasas vegetales) y el mercurio (alcohol y alguna agua) de Melissa. Esta tintura es idéntica a cualquier producto herbal que podría hacer o comprar en una tienda o almacén de comida sana. Lo que la transformará en un producto genuinamente espagírico, o herbal alquímico es la adición del proceso de "coagula". Hemos separado el alma de la planta, o azufre, del cuerpo, o sal. Ese es el proceso de "solve", o disolución. Ahora, debemos añadir los dos juntos de nuevo en alguna forma. Pero para que la resurrección de la planta esté completa, su cuerpo, o sal, debe ser purificado y preparado para recibir el incremento en energía. Para hacer esto, usamos la herramienta maestra del alquimista, el fuego. El fuego es la expresión energética del universo. De los cuatro elementos comunes a la Wicca, Neopaganismo, Cábala y Hermetismo, el fuego es el único que puede completamente transformar y regenerar. Este proceso es conocido como calcinación, y convierte la húmeda, materia oscura de la planta en un polvo blanco o grisáceo preparado para usarlo en el próximo paso del proceso.
Calcinación
Hasta ahora, el proceso de hacer las tinturas ha sido relativamente seguro y no ha involucrado encender una llama. Mientras que el alcohol se quema a una baja temperatura, es importante seguir algunas simples directrices cuando se esté calcinando las materias herbales, así que pueda evitar cualquier daño en sus pertenencias.
Equipamiento Necesario
· Un bol o cristal de pyrex, preferiblemente con tapadera.
· Una vara de metal para remover la masa y darle la vuelta al fuego sin que se queme.
· Una superficie ignífuga sobre la que apoyar el bol mientras se está quemando la materia vegetal.
· Guantes o manoplas para el calor, para manipular el contenedor cuando el proceso esté completado
· Mortero y almirez.
· Alcohol adicional para repetir el proceso.
· Una cuchara de plástico o metal para manipular las cenizas frías.
· Un contenedor que pueda ser cerrado casi herméticamente, para colocar la ceniza después de que el proceso haya sido completado.
Consejos de Seguridad
Para protegerse contra los repentinos cambios en el viento que puedan provocar que las llamas ardan cuando se ha empezado inicialmente, es común calcinar en una barbacoa de ladrillos refractarios, o en un lecho de cenizas, como aquellos usados a menudo para cocinar en el campo en primavera y verano. Algunos alquimistas calcinan en las áreas menos pobladas de los parques públicos donde las áreas de barbacoas son comunes. Es también buena idea mantener la tapadera de su contenedor a mano en caso de que la necesite para sofocar las llamas.
En el raro e inusual caso de que el material en llamas realmente se derrame, no se asuste. Simplemente sofóquelas con soda, arena, una toalla grande mojada, o un extintor. Un ataque de pánico bajo estas circunstancias es bastante más peligroso que el tamaño o calor del fuego si está trabajando en una de las áreas a prueba de incendios mencionadas.
El Proceso de Calcinación
1. Lea el juego completo de instrucciones varias veces antes de proceder.
2. Tome la masa vegetal, o heces (también llamada caput mortuum, o "cabeza muerta"), y quémela en un contenedor resistente al calor. Esto se hará mejor en el exterior, ya que conforme el proceso de quemado avance se producirá una gran cantidad de humo. Para esta operación, un contenedor de cristal grande y profundo, de los usados para hornear será ideal. El metal también puede ser usado aquí, ya que nuestra preocupación son las cenizas. Cualquier residuo de la tintura en esa masa vegetal, está siendo usada como combustible para el fuego y se perderá. De nuevo, el humo liberado del residuo de la planta al quemarse será significativo, como tal, si lo hace en el interior, asegúrese de que haya un extractor funcionando sobre su fogón.
3. Mientras las heces se queman, asegúrese de removerlas con su vara de metal. Usted puede abanicar atentamente o soplar para mantener el fuego en marcha o hacer que los carbones estén más calientes. Sin embargo, si elige hacerlo así, debería tener extremo cuidado y llevar unas gafas protectoras.
4. Después de que las sales se hayan enfriado, tome su almirez y muélalas hasta que sean un polvo fino. Ellas serán todavía negras y contendrán sólo unas pocas motitas de blanco o blanco grisáceo. Mézclelas en algo de alcohol hasta que las cenizas estén ligeramente húmedas. Después, encienda la mezcla y comience el proceso de nuevo. Haga esto varias veces, asegurándose de moler el polvo tan fino como sea posible entre cada ignición. Mientras hace esto, notará que la cantidad de ceniza es considerablemente reducida con cada nueva incineración.
5. Después de la tercera o cuarta ronda, cuando la cantidad de ceniza más clara haya aumentado, tome la materia (sal) y colóquela en un plato refractario, cubierto si es posible. Caliéntelo en el horno a 260º C o más, hasta que toda se haya vuelto un polvo grisáceo o, mejor todavía, un polvo completamente blanco. Frecuentes molidas de la sal, incluso durante esta fase ayudarán en este proceso. (Recuerde, mientas más finas sean las partículas durante el proceso de maceración, más azufre será extraído; mientras más finas sean las partículas durante el proceso de calcinación, más fácil será obtener las fases blanco-grisácea o blanca de purificación.)
6. Después de que las sales se hayan vuelto tan blancas como considere que es posible, colóquelas en una jarra de cristal que pueda ser bien cerrada mientras que las sales estén todavía calientes. Esto las mantendrá libres de absorber humedad del aire conforme se enfríen. Marque claramente la jarra con el símbolo planetario de la planta si está trabajando con una planta para cada uno de los planetas. Si tiene más de una hierba por planeta, asegúrese de marcar el nombre de la planta en la etiqueta del contenedor.
Si está ansioso por probar su producto espagírico, coloque unos pocos granos de las sales de su tintura en una cucharadita de té (1 ó 2 milímetros, o 10 a 20 gotitas) de la tintura que ha sido añadida a un vaso de agua destilada. Esto debería ocurrir durante la hora planetaria en el día planetario que gobierne la hierba, en el caso de la melisa, el Jueves. Si las sales son muy puras, se disolverán, o al menos se reducirán dramáticamente en la tintura y agua. Dedique unos pocos minutos en un estado relajado después de beber la tintura. Puede que no sienta los efectos inmediatamente, pero pueden manifestarse durante periodos de meditación o sueño, o en otras formas a través del día. Familiarizarse con las diferentes áreas de la vida bajo la influencia de cada uno de los planetas, le ayudará a notar estos efectos cuando tengan lugar.
Mientras que las sales no necesitan ser consumidas con la tintura, ayudarán en los efectos generales de la operación, ya que suministran la tercera Esencia, o pata, de un producto alquímico. Es importante usar agua destilada, ya que las trazas energéticas en los productos espagíricos son atraídas hacia las sales, o materia, para "estabilizarlas", justo como el agua es absorbida por una esponja. Las trazas minerales en el agua normal embotellada o de grifo, extraerán una pequeña cantidad de la energía de la tintura. Esta es, sin embargo, sólo una pequeña cantidad y no debería prevenir a cualquiera de emprender el experimento.
Una vez consumida, una repetitiva realimentación de energía y consciencia incrementada es establecida dentro del cuerpo del alquimista. Esta además purifica el cuerpo (sal) del alquimista, justo como el cuerpo material (sal) de la planta fue purificado. Con una disminución de los bloqueos, más energía es liberada dentro del cuerpo del alquimista, haciendo que los experimentos y actividades psíquicas sean más fáciles de conducir. Aunque los efectos de las plantas son fuertes, deben estar adaptados en fases. El consumo regular de productos espagíricos es común para los estudiantes que tienen ya que comenzar a trabajar con los minerales, cuyos efectos son más poderosos y de más larga duración.
No cometa el error de pensar que podría revertir a una fase más temprana; sepa solamente que la energía potencial de las plantas es más limitada, y por lo tanto el alquimista que las usa debe llenar su tanque de gas psíquico más a menudo que si estuviera utilizando productos minerales. La distancia viajada bajo sus poderes, sin embargo, es la misma.
Por encima de todo, recuerde la santidad de la operación que ha realizado. Su intención es regenerar física, psicológica y espiritualmente a través de la asistencia de la tintura como una manifestación de su poder espiritual. Algunos alquimistas combinan este aspecto del trabajo con invocaciones cabalísticas o astrológicas, similares a lo que se hace con los talismanes, para intensificar los efectos deseados.
En el próximo capítulo, examinaremos la preparación de la tintura Ens, otro simple y altamente benéfico experimento. Siguiendo con ellos, exploraremos la preparación de la Piedra Vegetal.
Puntos Clave
La Alquimia tiende un puente entre lo espiritual y lo material, uniéndolas a través de una manipulación de energías etéricas bajo la dirección de la actitud del alquimista.
Las tres esencias están compuestas de los cuatro elementos, los cuales emergen del vacío primordial, conocido como Caos o Hyle.
Estas tres esencias son separadas y recombinadas ("solve et coagula") para perfeccionar su expresión.
El número de ciclos de separación y recombinación necesario para restaurar la armonía entre los elementos es tradicionalmente siete repeticiones.
Los productos espagíricos son un talismán consumible.
Las prácticas fundamentales del trabajo vegetal y mineral son las mismas; solamente sus reinos son diferentes.
Las prácticas alquímicas pueden ser vistas como teniendo tres partes: la Obra de la Cabeza, la Obra del Corazón, y la Obra de las Manos. La Obra de la Cabeza es el material técnico y filosófico que debemos aprender y seguir. La Obra de las Manos es la aplicación de estas ideas en el escenario del laboratorio. La Obra del Corazón es la síntesis de nuestras experiencias en meditación y oración, que son cruciales para ser un correcto alquimista.
Tareas Generales
1. Haga varios dibujos para la meditación y el uso en su área de trabajo. Deberían incluir (1) las tres esencias, (2) el Árbol de la Vida, (3) el Caos, y (4) la Piedra de los Filósofos.
2. Obtenga o dibuje una ilustración de Thot, Hermes, y/o un famoso alquimista que le inspire, tal como St. Gemain, Cagliostro, Paracelso, María la Judía, o Nicolás Flamel (y su esposa Perenelle), y colóquelos en su área de trabajo cuando esté estudiando o realizando experimentos.
3. Estudie la tabla sobre las horas planetarias en el Apéndice A y calcule las horas para una semana.
4. Haga acopio de los elementos necesarios para hacer una tintura básica para cada uno de los antiguos planetas, así como la drosera para "el planeta Tierra."
5. Relea este capítulo y esboce el proceso para hacer una tintura en su cuaderno de notas.
6. Comience cada tintura en su día planetario. Anote ese día, tiempo, hora planetaria, y fase de la luna en la que empezó su experimento. (La drosera puede ser comenzada en Sábado, durante la primera o segunda hora planetaria de Saturno.)
Prácticas De Meditación
Justo como la alquimia tiene tres esencias, azufre, mercurio y sal, podemos examinar las tres herramientas principales usadas por el aspirante a alquimista, como conteniendo tres partes también. La Alquimia es a menudo llamada una obra de la cabeza, corazón y manos. La "cabeza" se refiere a las ideas que deben ser aprendidas, memorizadas y meditadas, así como las instrucciones que deben ser seguidas para cada paso del proceso. La Alquimia requiere la habilidad para usar la razón, formular posibles soluciones, y meditar sobre qué acciones han sido emprendidas y por qué. Las "manos" se refieren a las acciones físicas reales llevadas a cabo en un laboratorio o en el trabajo con materiales en bruto y su transformación en un producto terminado. El "corazón" es el método de meditación, oído interior, y despertar de la intuición en el que todos los estudiantes deben aprender a confiar si van a entrar dentro del reino de la transformación genuina - que es, la confección de productos vegetales o minerales superiores que tienen extraordinarios poderes curativos, inexplicables por las leyes conocidas y la habilidad para iniciar tanto a su creador como a otros en reinos más profundos del alma.
Este libro está diseñado para dar a cada estudiante las herramientas suficientes con las que emprender la Obra de la Cabeza, el Corazón y las Manos y consiguientemente, convertirse en un alquimista practicante. Cada capítulo contiene estudio intelectual, prácticas meditativas y experimentos prácticos que son para ser llevados a cabo, así que los estudiantes que sigan estas instrucciones desarrollen sus varios niveles de consciencia en una forma armoniosa. Recuerde, para ser un alquimista genuino, debe realmente transmutar su consciencia y ser capaz de demostrarse a sí mismo su realidad, transmutando algo en el mundo material. Mientras que esto hace referencia a menudo a convertir el plomo en oro, es suficiente con decir que en un nivel inferior, la creación de un poderoso producto curativo también le capacitará. Parafraseando a Paracelso, "Nosotros sólo transmutamos la parte exterior, habiendo transmutado primeramente la interior."
La meditación es la herramienta principal para emprender la Obra del Corazón y, a la luz de la visión de Paracelso, es a fin de cuentas crucial para el logro en las prácticas alquímicas. Tradicionalmente, la alquimia habría de ser practicada sólo después de un largo periodo de estudio en Cábala, Astrología y los fundamentos del Hermetismo. Este entrenamiento habría de tomar lugar o bajo la directa supervisión de un adepto practicante o en una logia, y sería parte de una serie graduada de iniciaciones y grados, tomando lugar a lo largo de varios años, sino décadas. El punto álgido de las logias alquímicas vino en el siglo dieciocho, cuando la alemana Orden de la Rosa Cruz Dorada fue el punto focal de las prácticas alquímicas europeas. Varios de sus documentos han sobrevivido hasta el presente, junto con un sumario del material cubierto en sus grados. La Hermética Orden de la Aurora Dorada después usó los nombres y títulos de estos grados, en su sistema de grados iniciáticos basado en la Cábala.
Para comenzar la fase interior del trabajo alquímico, le sugerimos que dedique de diez a veinte minutos al día, durante diez a catorce días por cada meditación listada más adelante.
Meditación: Las Bases
1. Comience cada sesión de meditación sentándose quietamente en una silla con sus brazos relajados, y en su regazo o descansando sobre sus muslos (con las palmas hacia abajo), teniendo cuidado de ver que sus codos estén relajados y no haya tensión en sus hombros o cuello. Remeta ligeramente su barbilla y mantenga la cabeza estable.
2. Inhale profundamente a través de su nariz, retenga la respiración y exhale lentamente tres veces. Mientras hace esto, siéntase relajado física, mental y emocionalmente. Sienta el sentido aumentado de estabilidad y cómo cualquier preocupación, inquietud o frustración del día se van con el aire exhalado. No hay un tiempo máximo para este proceso inicial de relajación, y usted puede hacerlo más de tres veces si lo necesita para lograr el apropiado estado mental antes de proceder. Siete o nueve repeticiones son también muy comunes.
3. Respire profundamente y retenga el aire durante un periodo de tiempo confortable; después exhale lentamente, retenga la respiración igualmente e inhale de nuevo. Repita el proceso durante dos o tres minutos. Mientras inhala, imagine una luz brillante, azul plateada que entra dentro de usted a través de su nariz, e imagine que su cuerpo está absorbiendo la energía, comenzando en sus pies y moviéndose hacia arriba, a su cabeza. Usted puede emplear tanto tiempo en este ejercicio como guste; sin embargo, de dos a cinco minutos serán suficientes para nuestros propósitos.
4. Después de que haya llenado su cuerpo con luz, imaginando de hecho que su cuerpo físico está siendo transformado en luz a través de esta respiración cíclica, imagine una esfera de luz blanca brillante sobre su cabeza, a unos treinta centímetros por encima de ella. Sienta una conexión con esta luz; es la consciencia de su Más Alto Ser o "Ángel", del que está aparentemente separado. Inhale, atrayendo un rayo de luz desde la esfera a su corazón, y siéntalo expandirse. Conforme la luz crece e irradia, su sentido de separación se disuelve, y percibe la presencia interna de su Más Alto Ser en la forma de compasión, sabiduría y fuerza.
5. Haga esta meditación cada día durante una semana, simplemente sentándose en el nuevo estado de paz interior que ha aprendido a crear. Todo el proceso debería durar de diez a treinta minutos, dependiendo de cuánto tiempo le gustaría dedicar a ello. Cuando lo haya hecho, dé gracias por cualquier cosa que haya experimentado, y sepa que está acercándose a la totalidad espiritual con cada periodo de práctica.
Después de una semana, usted puede añadir un ejercicio de la siguiente lista a su periodo de meditación:
Meditaciones Alquímicas
Meditación sobre la Materia Prima
1. Imagine que usted es un vasto mar de potencial inmanifestado, como lo que el Caos o la Materia Prima representan. Esta es una oscura, pesada y dinámica energía que empieza a agitarse y moverse hacia fuera desde el centro, como las ondas de una piedra arrojada en un estanque sereno.
2. Imagine que este proceso de movimiento repentinamente se divide en dos, como una célula que se divide para crear otra célula. Sienta cómo esta masa de energía, ahora contiene dos células conectadas o esferas, que parecen alejarse en dos direcciones separadas. De esta separación en dos direcciones aparentemente opuestas, la creación de los polos de energía y materia es lograda.
3. Dedique algún tiempo en esta parte de la meditación. Sienta cómo un lado es muy dinámico y energético y el otro es calmo, denso y estable, y aún así los dos están conectados el uno al otro y son inseparables.
4. Imagine ahora que la esfera activa y dinámica empieza a pulsar de nuevo desde su centro y esta pulsación crea dos nuevas esferas dentro o a partir de la esfera de energía. La esfera o pulso más remoto a su derecha es el fuego elemental. Es dinámica y explosiva. La esfera conectada a ella es el aire elemental, o el principio organizador del universo.
5. Ahora imagine que la esfera de materia primordial también comienza a pulsar hacia fuera y dividirse en dos distintos aunque todavía conectados campos de energía. La más cercana a usted es el agua elemental, o los aspectos emocionales y líquidos de la creación. Próximas a ella están las energías densas y creadoras de formas de la tierra elemental. Esta es energía en su más grande densidad. Permanezca con esta imagen básica tanto como necesite, incluso trabajando con ella durante varios días antes de pasar a las fases finales.
6. Ahora sienta relaciones específicas y discretas entre los varios elementos que dictan cómo se combinan las unas con las otras. Estas combinaciones forman las tres esencias de azufre, mercurio y sal.
7. Sienta el fuego y el aire emerger el uno del otro - o la energía primaria (fuego) emergiendo con los expansivos, directivos y organizadores poderes de la mente (aire) - para formar azufre, o auto consciencia.
8. Sienta las densas, hambrientas de forma energías de la tierra combinando con las energías líquidas del agua para formar la matriz energética (etérica) para la vida material, o sal.
9. Sienta las energías emocionales del agua y las energías directivas del aire combinarse para formar el enlace entre los dos extremos de la energía pura (fuego) y la forma pura (tierra), o mercurio.
Mercurio como Spiritus Mundi, o la Luz Astral
El propósito de esta meditación es ayudarle a armonizarse con la gran masa de energía que el mercurio representa, algunas veces llamada Spiritus Mundi, o Espíritu del Mundo. Los cabalistas también se refieren a ella como la luz astral, o el Gran Mediador. El mercurio representa tanto la energía conectiva de creación como la energía de cada dominio (vegetal, mineral y animal) en el que está presente. La función de esta energía es unir los cuerpos materiales, o sal, con la consciencia, o azufre, haciendo el mercurio la vasta red de energía conectiva de creación, así como la energía en sí misma.
1. Inhale, llenando su cuerpo con energía, transformándola en un cuerpo de luz.
2. Permita a este cuerpo disolverse lentamente en un campo de luz mientras continua inhalando y exhalando un brillante flujo de energía azul plateada.
3. Mientras inhala y exhala, siéntase a sí mismo - su consciencia continua expandiéndose, justo como si estuviera emitiendo ondas desde el centro de un círculo, como ondas en un estanque.
4. Continúe con esta sensación, imaginando que con cada exhalación está alcanzando más profundidad en la fuerza o energía de vida universal, y que con cada inhalación está atrayendo más energía dentro de su centro desde las profundidades de la creación. Imagine y sienta cómo esta energía lo une todo, genera toda forma, y la dota con consciencia, y la anima con la vida.
5. Continúe con esto por varios minutos.
6. Escriba cualquier experiencia o intuiciones que puedan haber ocurrido.
El Alambique Alquímico: "Solve et Coagula"
El vaso en el que las operaciones alquímicas son emprendidas es llamado alambique, y es descrito como teniendo la forma de un huevo de cristal. Esta forma permite el ascenso y descenso de la energía de una forma lenta y natural, y también sugiere la fertilidad y el renacimiento. La forma del aura humana o campo de energía, es descrita también como teniendo la forma de un huevo, y esto demuestra el enlace entre la alquimia exterior física, y la alquimia interior transcendental y muestra cómo la una es usada para apoyar la otra. Justo después de que usted haya emprendido su relajación a través de la respiración para la meditación, y haya alcanzado su cabeza visualice lo siguiente:
1. Imagine que usted está dentro de una esfera o vasija con forma de huevo de cristal o vidrio claro.
2. Imagine que usted es un punto de luz, de pura consciencia, dentro de la vasija y que una masa de líquido oscuro llena el tercio más bajo. Muévase hacia abajo y sobrevuele sobre el líquido por un segundo. Note la superficie moviéndose. Entre dentro de las aguas oscuras y descienda tan profundamente como le sea posible.
3. Mientras empieza a ir profundizando, note un sentimiento de calidez en aumento. Este es el fuego que calienta la vasija, permitiendo al proceso de destilación tomar lugar. Alcance la parte más baja y entonces ascienda de nuevo.
4. Cuando haya alcanzado la superficie del líquido, continúe a través de los dos tercios superiores, directo hacia arriba a lo más alto de la vasija.
5. Mientras alcanza la parte de arriba, siéntase extendiéndose a lo largo de toda la superficie de cristal, incluso como si se estuviera fracturando en partes, y se derramara de vuelta al agua.
6. Sienta estas gotas individuales reunirse con la totalidad en el fondo de la vasija, y ascienda de nuevo a lo más alto de la vasija.
7. Continúe este proceso de ascensión y descenso, separando y recombinando, por varios minutos.
8. Cuando lo haya hecho, imagine que usted es un punto de consciencia en el centro del huevo de nuevo. Salga o disuelva el huevo, respire profundamente, y retorne a la consciencia normal. Note los efectos diferentes que esto haya tenido sobre su periodo de meditación.
Traducido por Manon